La dictadura mediática nos somete y toda resistencia es poca frente a las supercherías bien pensadas por los encargados de oxigenar al capitalismo, fomentando una cultura de masas acorde con sus postulados de dominación.
El mensaje discriminador, cada vez más descarnado, enseña que para alcanzar el probable triunfo anunciado vale salir de compras con mayor frecuencia, aclararse el cabello, depilarse el cuerpo, la mente y ser idiota, pues hoy ser idiota dá prestigio, solo se debe consumir, lo que la publicidad nos diga, a través de los medios....
El mensaje discriminador, cada vez más descarnado, enseña que para alcanzar el probable triunfo anunciado vale salir de compras con mayor frecuencia, aclararse el cabello, depilarse el cuerpo, la mente y ser idiota, pues hoy ser idiota dá prestigio, solo se debe consumir, lo que la publicidad nos diga, a través de los medios....
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